Argentina

Gerardo Briceño, director del Cesae. Cuerpos policiales trabajan con inclinaciones políticas.

Gerardo González. “Según Datanálisis, 87,3% de los venezolanos desconfía de las medidas o planes de seguridad del Estado”, así lo expresó Gerardo Briceño, director del Centro de Estudios de Seguridad y Análisis Estratégico (Cesae) de la Universidad Monte Ávila.

La razón que da Briceño es que las políticas en materia de seguridad no funcionan o son inestables por razones políticas. Además, explicó que “el Ministerio Público reconoce la tasa de impunidad, pero no admite sus fallas. También hace falta una policía científica autónoma, mientras que la Policía Nacional es un ente paralelo que fue formado a la carrera y con inclinaciones políticas”.

A su juicio, la alternativa es lo que llama “una sociedad interruptora de la violencia”, que busca mejorar la calidad de vida y no sólo disminuir cifras sobre violencia. La integridad y el rescate de los valores forman parte de esa sociedad.

Aseguró que desde 1999 el Gobierno ha tenido 15 planes de seguridad “ y a pesar de ello no ha sido un tema prioritario en la agenda pública, sino en la profundización de una revolución socialista”.

Según el director del Cesae, por una parte está la falta de consistencia en los planes de seguridad, y por otra la desconfianza de la población en que se resuelva el problema, sobre todo cuando las cifras indican que al cierre de 2009 Caracas fue la tercera ciudad más violenta de América.

Cifras alarmantes

“A diario agreden a 12 personas, sólo entre mujeres y niños; cada 30 minutos asesinan a una persona, roban a 200 cada día, cada hora se roba o hurtan cinco vehículos y la impunidad es de 92%. Este coctel de cifras delictivas convierte a Venezuela, según los expertos, en el país más violento de América”, refirió Briceño.

Sostuvo que “es fácil cometer delito en Venezuela, eso es lo que nos dicen las estadísticas”, al tiempo que añadió que hay 54 homicidios por cada 100 mil habitantes y que 92% de esos son perpetrados con arma de fuego. Pero otra cifra agrava la situación, ya que 85% de las víctimas y los victimarios son menores de 25 años.

De igual manera, señaló que se trata de un problema de jóvenes y que actualmente hay 4 millones de niños y adolescentes en pobreza, que si no son atendidos pueden convertirse en delincuentes. “Aunque se pueden rescatar con planes serios. Ningún país ha caído de rodillas ante la inseguridad, de este mal salimos con una política criminal coherente”.

Fuente: avancediario.com.ve

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