Argentina, (ORBITA).- En la noche del domingo realizaron la última reunión del fin de semana. Cuando terminó de tocar el Ministerio de Alabanza y los miembros se fueron retirando de la iglesia y el lugar quedó vacío, a la espera de un próximo encuentro. Pero, días más tarde, cuando los encargados de limpieza fueron a limpiar se encontraron con la desagradable novedad. Desconocidos habían logrado infiltrarse por un ventiluz del baño para llevarse casi todos los instrumentos musicales.

El escenario de este escruche (robo en ausencia de moradores) fue el galpón en el que funciona la Iglesia Evangélica de Olmos, ubicada en calle 198, entre 43 y 44. Los encargados de limpieza entraron en el lugar y advirtieron que algo extraño había ocurrido. Del escenario en el que suelen actuar los grupos musicales de la iglesia, faltaban varios instrumentos.

Luego de revisar el lugar para verificar si alguien los había movido, confirmaron lo que ya sospechaban: era, ni más ni menos, que un robo. Luego constataron que un pequeño ventiluz del baño había sido forzado: por allí consiguieron meterse los intrusos, después de ingresar en el predio por el patio del fondo.

Enterado de lo ocurrido, el pastor Jorge Osvaldo Fernández (48) concurrió en las primeras horas a la comisaría Decimoquinta (Olmos) para denunciar el ilícito. En total, los delincuentes se llevaron una guitarra eléctrica, un micrófono, platillos de batería y una consola de sonido. Por otro lado, una fuente policial apuntó que “por el tamaño de la abertura por la que entraron tuvo que haber sido un menor o alguien de físico muy pequeño” indicó el pastor.