Lima – Perú, (ORBITA).- El presidente de la agrupación política Restauración Nacional el pastor Humberto Lay, se mostró preocupado por las ultimas declaraciones del presidente de la República Dr. Alan García Pérez ya que, a su parecer, se estaría contagiando del discurso intolerante de su similar venezolano Hugo Chávez al llamar acomplejados a los que no piensan como él.
El pastor y líder del partido Restauración Nacional expresó que García comete un gravísimo error al invitar al Presidente venezolano a invertir en petróleo en el Perú, por cinco razones fundamentales:
1. Es vender por un plato de lentejas nuestra dignidad como nación, sometiéndonos a los caprichos del Sr. Chávez, y a su falta de respeto por los que no comulgan con sus ideas, tal como lo demostró durante la campaña electoral del 2006, así como por su trato permanente a otros mandatarios americanos, su actitud desafiante por medio del programa Alba, y lo acaba de confirmar en la Cumbre de Chile, y por lo cual el Dr. Alan García hizo bien en llamar al rey de España para expresarle su solidaridad.
2. Es abrir la puerta a un caballo de Troya gigantesco que facilitará aún más la intromisión del Sr. Chávez en la política interna peruana con sus petrodólares, con el fin de fomentar sus sueños personalistas, hegemónicos y mesiánicos. El Dr. Alan García no puede olvidar sus propias palabras dichas en Mayo del 2006: «Ese señor (Chávez) se está entrometiendo al apoyar abiertamente al candidato Ollanta Humala. Es un extranjero que intenta invadir nuestra patria con su dinero…» Y hay evidencias muy serias de que esto ya es una cruda realidad.
3. La verdad es que no necesitamos los dólares del Sr. Chávez. Todos sabemos que la situación económica del Perú es tan sólida actualmente, que hay miles de millones de dólares esperando para poder ser invertidos en nuestro país. ¿Por qué, entonces, soportar lo anterior y exponer la dignidad e independencia de nuestra nación a los arrebatos dictatoriales del Sr. Chávez?
4. El Perú tiene en estos días una gran responsabilidad histórica para con la región y con todo el continente americano desde el punto de vista geopolítico, para frenar las intenciones hegemónicas del Sr. Chávez, que van avanzando peligrosamente en base a sus petrodólares. Por su importancia estratégica, por la coyuntura económica y por las tremendas posibilidades que se abren con el TLC y el APEC, nuestro país debe asumir el liderazgo de la lucha contra todo proyecto antidemocrático en nuestra región.
El perdón por los exabruptos e insultos del Sr. Chávez y la reconciliación entran en el terreno del corazón. El restablecimiento de relaciones armoniosas entre los presidentes y las naciones es tema diplomático. El decirle no a las intenciones hegemónicas del Sr. Chávez no es visceral ni hepático (como dijera el Sr. Humala), sino cerebral y patriótico.
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