Luego de varios meses de un debate cargado de emociones entorno a una mezquita y centro comunitario previsto cerca del lugar de los ataques del 9/11, el presidente Obama declaró el viernes por la noche su apoyo a la casa de culto musulmán.
«Permítanme ser claro. Como ciudadano y como Presidente, creo que los musulmanes tienen el mismo derecho a practicar su religión como todos los demás en este país», dijo en medio de aplausos en la Casa Blanca. «Y eso incluye el derecho a construir un lugar de culto y centro comunitario en la propiedad privada del Bajo Manhattan, conforme a las leyes y ordenanzas locales.»
El presidente realizó sus declaraciones durante una cena Iftar, para observar el comienzo del mes santo del islam, el Ramadán.
«Esto es Norteamérica», proclamó Obama. «Y nuestro compromiso con la libertad religiosa debe ser inquebrantable.»
Esta fue la primera vez en que el presidente de los EU tuvo peso en la controversia sobre el proyecto llamado Park51 en el bajo Manhattan. Los musulmanes estadounidenses están construyendo un centro comunitario y mezquita a dos cuadras de la Zona Cero, donde casi 3.000 personas murieron en los ataques terroristas de 2001. El imán Feisal Abdul Rauf, quien fundó el grupo musulmán que promoción de la Iniciativa de Córdoba, está al frente del proyecto. Los organizadores insisten en que es parte de un esfuerzo para promover la tolerancia y mejorar las relaciones entre los musulmanes y el Occidente.
Algunos líderes religiosos, incluido el Consejo Nacional de Iglesias, han mostrado su apoyo al proyecto de 100 millones de dólares, pidiendo respeto por los musulmanes vecinos y a la libertad religiosa.
Rick A. Lazio, candidato republicano para gobernador a Nueva York, ha argumentado, sin embargo, que esto no es una cuestión de religión.
«Con más de 100 mezquitas en Nueva York, este no es un problema de religión, sino de protección y seguridad», dijo en un comunicado el viernes.
Los opositores han protestado enérgicamente contra el proyecto, calificándolo de insensible y ofensivo hacia las víctimas de los ataques.
Algunos líderes conservadores cristianos, incluyendo Richard Land dela comisión de ética y Libertad Religiosa de la Convención Bautista del Sur, han argumentado que la mezquita y centro comunitario no debe ser construido tan cerca de la Zona Cero.
Otros están convencidos de que el proyecto es una declaración política o un «monumento de victoria», marcado el predominio musulmán sobre América.
Sin dejar de reconocer el trauma y la sensibilidades alrededor de 9/11, Obama instó a los estadounidenses a recordar que con quien están luchando y contra que están luchando.
«Nuestros enemigos no respetan la libertad religiosa», dijo. «La causa de Al Qaeda no es el Islam – es una grave distorsión del Islam. Estos no son líderes religiosos – son terroristas que asesinaron hombres, mujeres y niños inocentes. De hecho, Al Qaeda ha matado a más musulmanes que personas de cualquier otra religión y esa lista de víctimas incluye a musulmanes inocentes asesinados el 9/11».
Oz Sultan, portavoz de Park51, trató de aclarar lo que llamo como ideas equivocadas en torno al proyecto.
También respecto a las inquietudes sobre la fuente de financiación y la falta de transparencia, el sultán hizo hincapié en que su objetivo es conseguir que el centro y mezquita sea financiado a nivel nacional con estatales, locales y federales. Todavía tienen que lanzar su campaña de recaudación de fondos.
«Planeamos cumplir con el Departamento del Tesoro y si dicen que alguien está en una lista, no tomaremos su dinero. No vamos a tomar dinero de ninguna persona que esté en una lista de vigilancia del departamento del Tesoro o cualquier otra lista,» insistió.
El año pasado, la Iniciativa de Córdoba y la Sociedad Americana para la Promoción musulmán pagado 4,85 millones dólares en efectivo por 45-47 Park Place a Soho Properties, una compañía de bienes raíces musulmana y los desarrolladores detrás de la mezquita y el centro. Soho también firmó un contrato de arrendamiento a largo plazo en 49-51 Park Place.
Fuente: christianpost.com
Por Nathan Black|Christian Post Reporter
Traducción de Ana Vargas
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