Argentina

Los demócratas han querido adelantar a anteayer domingo su salida a escena oficial con un acto sin precedentes, bautizado como «encuentro interreligioso». Para unos, un gesto de Barack Obama consecuente con el buenísimo posmoderno y suprapartidista que viste su «nueva forma de hacer política»; para otros, una suerte de barniz decorativo para levantar el telón del espectacular entramado con el que el partido celebrará la puesta de largo de su candidato en Denver.

La víspera de que el macrocentro de congresos Pepsi Center abra sus puertas a la Convención propiamente dicha hasta el próximo jueves, el coqueto teatro Wells Fargot acogió anteayer domingo a representantes cristianos (protestantes, en principio), judíos, musulmanes y budistas, a los que acompañarán dirigentes del Partido Demócrata. Una cita que, oficialmente, busca el objetivo de reunir, «bajo una misma carpa, al mayor número posible de comunidades religiosas». Será uno de los pocos actos abiertos al público y sin exigencia de mostrar las acreditaciones de la Convención.

La reunión tiene lugar apenas unos días después de la sonada entrevista televisiva, por separado, del célebre pastor Rick Warren a ambos candidatos, que tuvieron que emplearse a fondo ante el conductor del programa sobre su fe y su visión de la religión -cuestión no baladí en Estados Unidos-.

Muestra de la satisfacción con la que los demócratas iniciaban el encuentro, la presidenta de la Convención, Leah Daughtry, aseguró hace unos días sentirse «orgullosa de que estos apreciados líderes de las comunidades de la fe compartan con nosotros esta histórica ocasión, lo cual es un honor».

La idea de celebrar esta inédita reunión en el seno de la Convención demócrata, que sólo ha recibido críticas abiertas de la autodenominada Coalición Secular para América -que clama por un sitio para los ateos-, partió de la llamada Iniciativa Fe y Acción (FIA, por sus siglas en inglés), fundada en 2005 por la jerarquía oficial del partido, que encabeza su propio presidente, Howard Dean, con el objetivo de atender a las demandas religiosas dentro de la formación, en contraste con el Partido Republicano, abierto a todas las confesiones.

En el encuentro estaba prevista la presencia de líderes protestantes, como el obispo Charles Blake, presidente de la Iglesia de Dios, junto al presidente de la Sociedad Islámica de Norteamérica (ISLA), Ingrid Mattson, y el rabino Tzvi Weinreb, vicepresidente de la Unión Ortodoxa. A ellos se unirán representantes locales de estas religiones, así como del budismo.

La reunión religiosa es el anticipo de la que ha sido considerada por los organizadores «la cita más concurrida de la historia», una Convención que prevé la asistencia a Denver de unas 50.000 personas, entre ellas 5.000 delegados del partido y alrededor de 12.000 periodistas de todo el mundo.

Con un coste aproximado de 15 millones de dólares (unos 10 millones de euros), la organización demócrata no ha escatimado en gastos en la construcción de la rampa de lanzamiento de Obama hacia el 4-N. Y menos para el acto central y de cierre de la Convención, que el jueves 28 prevé reunir a unas 75.000 personas en el estadio Invesco de Denver, donde el senador por Illinois se dirigirá a su país ya oficialmente como candidato demócrata a la Presidencia de Estados Unidos.

Fuente: AFP. Redacción: ACPress.net

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