Católicos de la comunidad de Los Parajes en el municipio de Huejutla Hidalgo, «desterraron» a seis familias por profesar la religión evangélica. En total 30 indígenas fueron expulsados, al negarse a firmar un documento en el que se comprometían a cambiar al catolicismo.
La negativa de estos pobladores provocó que entre insultos y algunos golpes fueran desterradas 30 personas, entre ellas algunos niños. María Cristina Hernández relató que un grupo de personas encabezadas por el delegado Enedino Luna y el comisariado ejidal, Gaudencio Hernández, ingresaron violentamente a sus domicilios y al negarse a acatar sus disposiciones fueron agredidos.
Tras la expulsión, los indígenas han cerrado los tres accesos a la comunidad y se mantienen bajo vigilancia, con machetes y palos. En tanto los evangélicos se refugiaron primero en el DIF municipal de Huejutla y posteriormente fueron canalizados a la escuela Benito Juárez de Huejutla, la cual se mantiene como albergue para los desplazados.
Por su parte el agente del Ministerio Público, Alejandro Barrios, dio a conocer que se han levantado cuatro averiguaciones previas, bajo la causa 52-547/2009, por los delitos de allanamiento de morada, daño en propiedad y lesiones. Precisó que al intentar ingresar a la comunidad para investigar los hechos, le fue negado el paso.
Cabe resaltar que a los evangélicos no sólo se les obligó a abandonar la comunidad, sino también fueron amenazados con arrebatarles sus propiedades, como viviendas, animales de corral y sus parcelas.
En varias poblaciones del país persiste la intolerancia religiosa. En el último mes se han documentado casos en Chiapas, Hidalgo y Jalisco, donde indígenas evangélicos son amagados y sancionados por los tradicionalistas debido a que no aceptan cargos ligados con la religiosidad tradicional ni contribuyen económicamente para las festividades asociadas de alguna manera al catolicismo.
Fuente: El Universal, La Jornada. Redacción: ACPress.net.

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