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LOS ANGELES, California – Cuando Randy Brown visitó varias congregaciones de pentecostales hispanos en el sur de California, le asombró ver numerosas banderas con la estrella de David, oraciones pidiendo por la paz de Israel y palabras hebreas en los nombres de sus iglesias.

Acercamiento entre las dos religiones

Brown, dirigente del Comité Judío Estadounidense, dijo que eso le dio la idea de mejorar las relaciones entre judíos e hispanos y combatir el antisemitismo entre los inmigrantes, que generalmente tienen poco contacto con los judíos en sus países natales, predominantemente católicos.

«Me sorprendió ver la afinidad de estas congregaciones con Israel», expresó Brown, director de asuntos interreligiosos de la oficina de Los Angeles del Comité Judío Estadounidense. «Quería promover esa relación».

Desde entonces la oficina de Los Angeles ha tratado de forjar más lazos. Hace poco llevó a un grupo de pastores pentecostales hispanos a Israel, dictó un curso llamado «La esencia del judaísmo» en un seminario de pentecostales del sur de California e invitó a pastores hispanos y a sus familias a las celebraciones de la Pascua Judía.

«Tenemos muchas cosas en común», comentó el pastor Ramiro López, de la Iglesia Vida Abundante de San Bernardino. «Ahora entiendo a Israel desde una óptica mucho más amplia que la perspectiva bíblica y me siento más comprometido con Israel».

Si bien los inmigrantes hispanos de Estados Unidos son mayormente católicos, los evangélicos representan un 15 por ciento de la población, de acuerdo con un reciente estudio del Proyecto Hispano Pew y el Foro Pew sobre Religión y Vida Pública.

Muchos son pentecostales, como se denomina a una de las ramas de la cristiandad que crece más rápido.

Un estudio del año pasado de la Liga Antidifamación encontró que entre los hispanos nacidos fuera de Estados Unidos había un nivel de intolerancia hacia los judíos mucho mayor que entre los hispanos nacidos aquí.

El 29 por ciento de los hispanos nacidos afuera del país son antisemitas.

Esa cifra es levemente más baja que las de 2005, pero los líderes de la comunidad judía de todos modos se preocupan, especialmente porque los hispanos van a representar un tercio de la población del país en 2050.

«Fue algo muy inquietante», expresó Michael Salberg, director de asuntos internos del Comité Judío Estadounidense.

Los países latinoamericanos son mayormente católicos romanos y arrastran cinco siglos de tradición en una iglesia que ejerce mucha influencia. Con excepción de Argentina, las comunidades judías de Latinoamérica son generalmente pequeñas y no se hacen notar demasiado.

En Estados Unidos, en cambio, los líderes católicos y judíos han mantenidos diálogos por años y los obispos católicos ponen énfasis en las enseñanzas del Segundo Concilio Vaticano, según las cuales los judíos no son responsables en forma colectiva de la Crucifixión.

Esa perspectiva influye no sólo en los católicos sino también en otras denominaciones cristianas de Estados Unidos.

Si bien los inmigrantes hispanos son mayormente católicos, los evangélicos representan un 15 por ciento de la población.

Hay que combatir ciertos estereotipos

    Acercamiento entre las dos religiones
    Hay que combatir ciertos estereotipos

El pastor Tony Solórzano, líder de la Iglesia Llamada Final, una congregación de 5 mil fieles de Downey e Inglewood, dijo que hay que combatir ciertos estereotipos de los judíos prevalecientes entre los hispanos, incluida la noción de que los judíos «mataron a Cristo».

«No son muchos los que piensan así, pero hay quienes han escuchado esta versión», dijo López. «Tenemos que decirles que hay un plan que es voluntad de Dios. Hay que ser agradecidos con el pueblo judío porque Jesús fue judío».

Los pentecostales, quienes interpretan la Biblia literalmente, creen que Dios le prometió a los judíos la tierra histórica de Israel. Muchos estiman que el estado moderno de Israel cumple la profecía bíblica, lo que es un requisito para la segunda llegada de Cristo.

A menudo repiten un pasaje del Génesis en el que Dios hace un pacto con Abraham, por el cual quienes bendigan al pueblo de Abraham serán bendecidos y quienes lo maldigan serán condenados.

«Creo en esa promesa», dijo López. «Todos los días rezamos por Jerusalén, con muestras manos apuntando hacia el este».

Los líderes judíos están alentando el apoyo de los pentecostales a Israel y tratando de combatir los estereotipos en ambos lados.

«Es una conexión nueva que no existía con la Iglesia Católica», expresó Salberg, de la Liga Antidifamación.

Las congregaciones pentecostales, que funcionan a menudo en locales viejos con hileras de sillas plegables, son moneda corriente en los barrios hispanos de todo Estados Unidos y Latinoamérica.

Sus pastores tienden a ejercer mucha influencia en sus congregaciones y algunos, como López, tienen programas o estaciones radiales, lo que les permite ampliar su alcance.

En la Universidad Latina de Teología de Torrance, que prepara pastores pentecostales, muchos de los estudiantes del curso que dicta Brown en español sobre la «Esencia del Judaísmo» provienen de Latinoamérica. Brown espera que regresen a sus países y promuevan una nueva actitud hacia el judaísmo, que acabe con su imagen negativa.

El pastor Richard Escobedo realiza dos oraciones semanales para rezar por Israel en su iglesia Centro Palabra de Fe en Compton, donde tiene una bandera israelí colgada. Muchos pentecostales lucen pendientes y otros adornos con la estrella de David.

El contacto con los judíos «nos permite ver cómo educaron a Jesús», manifestó.

«No son muchos los que piensan así, pero hay quienes han escuchado esta versión», dijo López. «Tenemos que decirles que hay un plan que es voluntad de Dios. Hay que ser agradecidos con el pueblo judío porque Jesús fue judío».

The Associated Press

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