Argentina

Santiago, Chile -.  En el sur del Perú y en el norte de Chile se trafica drogas a Europa. Los traficantes están vinculados a grupos religiosos evangélicos. Fue detenido en el sur peruano un grupo de ellos. El Popular –diario del sur peruano- trajo el 01 de septiembre un titular impresionante: un grupo de evangélicos traficaba drogas a Europa. Hay varios detenidos.

El dilema es que este asunto es de tal gravedad que se señala que en el norte de Chile está pasando lo mismo.
Miembros de sectas religiosas –en nombre de Dios- están traficando cocaína a Europa bajo el argumento de ir a encuentros religiosos en Europa. He allí la razón del porqué tantos “predicadores sabatinos y dominicales” tienen dinero para “pegarse” estos viajes a lugares tan distantes.
El Servicio de Impuestos Internos de Chile debe poner ojo a la forma en que ciertos predicadores logran juntar altas sumas de dinero para pagar los altos precios que significan esos viajes tan largos.

Hay aquí un mal uso de la religión. No mueve a estos individuos el afán de promover la palabra de Dios, sino un afán de enriquecerse a costa de las creencias honestas de gente del pueblo, de gente humilde, de gente que sufre.
Estos jefes de agrupaciones religiosas están haciendo mal uso del ideario cristiano causando un grave daño a gente de diversos lugares del mundo. El hamponaje ya no es sólo de delincuentes habituales, sino también de cabecillas religiosos protestantes.
Al viajar a Europa estos “gestores” de la obra de Dios, usan el rostro del amor a través de la predicación cristiana. Sin embargo el fondo de esos viajes no constituye sino la vía para llevar cocaína a Europa.

El golpe que la policía peruana asestó la semana pasada a un grupo de estos predicadores no constituye sino un pequeño eslabón de una gran cadena que la misma policía venía siguiendo. Hay ya varios encarcelados en el país vecino y se sigue las huellas de otros miembros en la misma nación.
En Chile la policía nortina está poniendo ojo a los miembros de agrupaciones religiosas que van a países lejanos a encuentros con “hermanos”, ya que entiende que ésta no es más que una falacia (en varios casos) para obtener enormes fortunas.
Es una lástima que ciertos mafiosos se oculten tras la Biblia y la idea del cristianismo para realizar tan miserables acciones.

Si Dios existe, no es culpa de él este mal uso. Sé que la policía chilena y peruana están atentos a meter a la cárcel a estas personas que tanto mal hacen a la sociedad.
En varios operativos conjuntos (ambas naciones son hermanas) las dos policías han hecho caer a los traficantes de drogas.
Desde hacía un tiempo los aparatos de seguridad de las policías se preguntaban cómo lograban viajar a tantos países algunos miembros de agrupaciones religiosas evangélicas, carentes de medios económicos para ello.

Ya la policía le ha asestado algunos golpes. Vendrán otros.
Indudablemente no todos los jefes de grupos religiosos protestantes participan de esa actitud sucia. Son muy pocos, pero esos pocos hacen mucho daño.
En este trabajo de aniquilación del hamponaje, que se viste con ropaje limpio, deben estar muy atentas las autoridades de Chile y Perú.
( AGENCIALAVOZ.COM )
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