De los pastores asesinados, dos lo han sido en la región Caribe y el tercero en Buenaventura (en las costa del Pacífico).

“Creo que se deben tomar las mediadas de prevención y de seguridad para evitar ser víctimas de este flagelo que afecta la iglesia”, dijo el pastor Acosta, en la reunión que tuvo lugar la CRVP celebrada por tres días en esta capital.

Acosta explicó que desde hace varios años se viene trabajando en el registro de las diferentes violaciones de casos de derechos humanos que suceden en el interior de la iglesia cristiana en el país.

Por su parte, el pastor Ricardo Esquivia, presidente de la Comisión explicó que buscan un plan de actuación política a través del cual puedan apoyar a las iglesias y a las víctimas del conflicto armado.

Jenny Neme, directora del Centro para Conciliación, Paz y Acción Noviolenta, declaró que pretenden dar seguimiento al programa de documentación para la incidencia política, elaborando un informe anual denominado “El Llamado Profético” que da cuenta de las violaciones de derechos humanos que sufren personas de iglesias y comunidades en el país y que será lanzado los primeros días del mes de noviembre.

“Es importante que el gobierno tome cartas en el asunto en términos de protección para las comunidades, para las víctimas, y además, que se hagan las investigaciones judiciales de todos estos actos que cometen las guerrillas, grupos paramilitares que aún siguen existiendo, y también que comete la fuerza pública”, puntualizó Neme. Piden que ante todo, haya justicia.