Argentina

SANTIAGO DE CHILE,

Los principales líderes de la Iglesia Católica y Evangélica sellaron en La Moneda un compromiso con la Presidenta Michelle Bachelet para asumir un papel activo en la prevención del consumo de drogas. Dicho acuerdo implica un trabajo en terreno en las trece regiones del país y representa una señal de la capacidad de aunar esfuerzos ante temas relevantes para la ciudadanía.

Este acuerdo es fruto de un proceso previo de acercamiento, diálogo y trabajo tanto con la Iglesia Católica como la Evangélica durante los últimos años, y en él se establece la difusión y aplicación de los programas de prevención de drogas del Consejo Nacional para el Control de Estupefacientes (CONACE) para la familia, los jóvenes y la comunidad en diócesis, parroquias y templos del país.

Las entidades que adhieren a este compromiso son la Conferencia Episcopal de Chile, la Pastoral Nacional de Alcohol de Drogas de Alcohol y Drogas (PANAD), las Vicarías Episcopales de la Esperanza Joven, para la Familia, de la Educación y para la Pastoral Universitaria. Además, firmaron este compromiso la Mesa Ampliada de la Unión Nacional Evangélica, (UNE – Chile), la Unión Nacional de Iglesias Evangélicas de Chile (UNIECH), el Servicio Evangélico para el Desarrollo (SEPADE), la Fundación EFAD del área Pastoral Social de la Conferencia Episcopal de Chile y la Sociedad Bíblica de Chile.

La Presidenta Bachelet encabezó la ceremonia acompañada del Arzobispo de Santiago, Cardenal Francisco Javier Errázuriz, el Presidente del Comité Ejecutivo de la Mesa Ampliada de la UNE – Chile, Obispo Emiliano Soto, el Presidente de la UNIECH, Obispo Bernardo Cartes Venegas y la Secretaria Ejecutiva de CONACE, María Teresa Chadwick.

Gracias a este compromiso se aplicará el programa «Prevenir en Familia», el programa «Enfócate» para los jóvenes y la oportunidad de postular; y por primera vez, a la ejecución de iniciativas del Fondo Concursable de Proyectos Comunitarios de Prevención de Drogas, que fomenta la participación ciudadana a nivel de organizaciones sociales y comunitarias.

Principalmente el compromiso busca transformarse en una respuesta participativa ante el problema de las drogas, fijando una dimensión espiritual para fortalecer a las familias como factor clave de la prevención y recalcar a los jóvenes como constructores relevantes del futuro.

A través de este compromiso con el mundo cristiano, se reconoce a obispos, pastores, sacerdotes, religiosos, agentes pastorales y laicos, como actores relevantes de la vida comunitaria y para fortalecer en la comunidad la prevención del consumo de drogas.

El programa «CONACE» desarrolla estrategias de prevención en 140 municipios del país. En un comunicado posterior al acuerdo, el CONACE afirma que al contar ahora con el apoyo activo del mundo cristiano se potenciarán los programas preventivos especialmente en aquellas comunas donde el consumo, tráfico o microtráfico se dan con mayor complejidad.

Fuente: CONACE, ALC. Redacción: ACPress.net

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