Por Cloé Chapeau. LONDRES, 14 de marzo (ALC).- Medios de todo el mundo colocan hoy en sus portadas la noticia de que el Tribunal Supremo francés anuló de forma definitiva el primer matrimonio homosexual de la historia de ese país, celebrado en 2004, por considerarlo ilegal; el argumento es que «según la ley francesa, el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer».
Los protagonistas de la historia son Stephane Chapin, de 36 años, y Bertrand Charpentier, de 33, quienes se casaron el 5 de junio de 2004 en el ayuntamiento de Bègles, al sudoeste de Francia, gracias a un alcalde ecologista, Noel Mamère, que se opuso a la ley y luego fue suspendido del cargo temporalmente.
La unión homosexual había sido anulada en primera instancia y posteriormente por un tribunal de Apelación. La polémica se abrió en el país galo a raíz de esta unión, y a pesar de todos las críticas, sirvió para colocar en la sociedad el debate sobre el reconocimiento de las uniones de parejas del mismo sexo.
«No compartimos la lectura de la ley realizada por el tribunal», declararon Françoise Thouin-Palat y Caroline Mecary, abogados de los damnificados; consideran que la Justicia va «por detrás» de los avances de la sociedad.
El sentimiento de los letrados es el que prima en muchos sectores vinculados a los derechos de los homosexuales, ya que, aunque este parece ser un paso hacia atrás, es cierto que el tema de sus derechos civiles y religiosos está colocado indiscutiblemente en la sociedad civil, y tarde o temprano será imprescindible poner sobre la mesa la situación de millones de personas que viven, se aman, crecen, en relaciones afectivas con otras del mismo sexo.
Muestra de lo afirmado es que en esta ciudad ingresará, en principio como prueba en 14 escuelas primarias, un material educativo que tiene como protagonistas a dos hombres. El cuento se llama «King & King» y en el mismo ocurre lo que en muchos otros cuentos: el príncipe heredero busca esposa y por eso se organiza un gran desfile de candidatas. Pero el futuro rey no se decide por ninguna de las muchas mujeres, sino por otro hombre, un príncipe.
No sin problemas, críticas y detractores, el relato sobre los príncipes enamorados intentará que los niños y niñas se acostumbren a la idea de que además de papá, mamá, hijos e hijas, también existen otras formas de vida, de pareja y otras familias.
La iniciativa piloto se denomina «No Outsiders» (Sin Marginados), y es impulsada por una organización financiada por el Estado.
En declaraciones a los medios periodísticos, el el responsable de preparar a los maestros, Mark Jennett, dijo que «'King & King tiene tan poco que ver con sexo como la Cenicienta. Tiene que ver con el amor».
Fuentes: ADT y Agencias
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