Argentina

El 26 de agosto de este año, la Alianza Evangélica Mundial (WEA en inglés) hizo llegar a los medios de comunicación un comunicado en el que explicaba algunas conclusiones de los trabajos que su comisión de teología, reunida en Berlín, había llevado a cabo a lo largo de cuatro días.

Bajo el título “La singularidad de Cristo y la evangelización de los judíos en la Europa hoy”, la nota explicaba que se habían presentado 13 diferentes puntos tanto teológicos como prácticos con el objetivo de tratar aspectos relacionados con el hecho de “llevar el evangelio a todo el mundo, y a los judíos en primer lugar”.

Esta declaración (puede leerla aquí en pdf), según explicaba la misma WEA, buscaba poner un énfasis especial en la tarea de llegar a los judíos con el mensaje cristiano, de forma “sensible y humilde” y enfatizaba que esto debía de ir acompañado de un “respeto por las convicciones religiosas y una libertad que permita el debate franco sobre afirmaciones religiosas”.

Añadía, además, la necesidad de tener una actitud de “arrepentimiento de toda expresión de anti-semitismo”.

“GRAVE OFENSA AL PUEBLO JUDíO”, SEGúN ADL
Ahora, la organización judía denominada Liga AntiDifamación (con sus siglas ADL en inglés) ha respondido a la Declaración de Berlín con contundencia. El objetivo de ésta organización fundada en 1913 es el de “Poner freno a la difamación del pueblo judío… para asegurar la justicia y el trato justo para todos”. En su web se exponen muchas iniciativas que básicamente analizan las posibles actitudes anti-semitas en el mundo, o las agresiones a la dignidad del pueblo judío como conjunto.

La dura réplica de la ADL ha consistido en calificar como una “grave ofensa al pueblo judío” el documento de la WEA y un acto agresivo el hecho de que promueva la evangelización a los judíos.

Según el director de política interreligiosa de la organización ADL, Eric J. Greenberg, “promover una campaña para convertir a los judíos y alejarlos de su fe es una grave ofensa para el pueblo judío y una falta de respeto para las enseñanzas propias del judaísmo”.

Es más, según la Liga Anti Difamación, “emitir esta declaración desde Berlín, donde los nazis ordenaron la Solución Final de exterminar al pueblo judío, es el colmo de la insensibilidad”. El texto, firmado también por el director de la ADL en Nueva York, Abraham H. Foxman, finalizaba con esta sentencia: “Mientras la WEA siga enseñando que el judaísmo es incompleto o equivocado, el antisemitismo continuará”.

REFLEXIóN DE LA WEA
El editor del diario Världen Idag y presidente de la Alianza Evangélica Sueca Mats Tunehag, es además portavoz de libertad religiosa de la WEA. Reflexionaba recientemente en un artículo sobre la libertad de expresión de las confesiones de fe, como en este caso, la WEA. En su artículo “Tendencias, argumentos y recomendaciones mundiales respecto a la libertad de expresión y religión”, el periodista recuerda que el artículo 18 de la Declaración de los Derechos Humanos tiene tres componentes principales: “tener, expresar y cambiar la propia fe”.

Esto implica también el derecho de “expresar la fe en el área pública” y entre otras cosas, convertirse o querer desde el respeto que otros se conviertan a una nueva creencia religiosa.

El peligro, según Tunehag está en que algunos grupos de la sociedad “pidan restricciones extraordinarias a la libertad de expresión que afectará negativamente a otros derechos humanos”. Después de nombrar casos de colisión entre religión y libertad de expresión en países occidentales como Dinamarca, Suecia, Canadá o el Reino Unido, el periodista llega a la conclusión que ya hace unos años que se da un “un movimiento de lo objetivo a lo subjetivo”. De esta forma, se pone la atención en los “potenciales oidores de un mensaje y de como ellos pueden percibirlo subjetivamente, y por supuesto, si puede ser considerado ofensivo”.

Según esta tendencia en la línea del “derecho de no ser ofendido”, Tunehag se plantea el hecho que la supuesta “libertad de oír” o no mensajes relacionados con la fe puede acabar por “eliminar la libertad de expresión” de quienes quieren expresar sus ideas y convicciones de fe.

La declaración de la Alianza Evangélica Mundial y la posterior repulsa de la Liga Anti Difamación pone sobre la mesa una vez más, pues, el conflicto entre la liberta de expresión (de la WEA, en este caso) y la demanda de ‘no ser ofendidos’ de las comunidades de fe (en este caso, la judía).

Fuentes: Agencias, ADL.org, Revista Idea y WEA. Redacción: Joel Forster, ACPress.net

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