Argentina

Durante meses ha circulado información falsa en internet y las redes sociales con la idea de que la reforma sanitaria de Obama obligaría a la implantación de un microchip subcutáneo.

Correos electrónicos, fotografías, información “oficial” filtrada en foros de Internet y hasta algunos programas de televisión difundieron la idea de que el programa de Salud aprobado por el Gobierno estadounidense, conocido como “Obamacare”, obligaría a la población a implantarse un “chip” subcutáneo, en la frente o en la mano, para poder acceder al servicio sanitario.


Tanta fue la desinformación expandida al respecto que llegó al nivel político: el representante del Partido Nuevo Progresista de Puerto Rico, Luis “Tato” León, realizó unas declaraciones oficiales denunciando que el plan de salud del presidente Obama era “una invasión a la intimidad y privacidad personal que va muy lejos, que inclusive choca con los derechos constitucionales a la intimidad y a la libre expresión”.

León hizo estas declaraciones en una rueda de prensa en la que presentó supuestas pruebas de que la ley exigiría la implementación de un chip subcutáneo – primero en niños y en embarazadas – con información personal, también cuentas bancarias. El chip se implementaría, según la información de León, a partir del 23 de marzo de 2013.

Ante tal acusación, Pedro Pierluisi, comisionado residente de Puerto Rico en Washington D.C., salió al paso rechazando contundentemente la información presentada por León, calificándola de ser “un rumor procedente de Internet”. Unas horas después, León tuvo que retractarse y asegurar que había basado sus argumentos “en un documento obsoleto”.

Lo cierto es que no existe en la ley de Salud ninguna referencia a la implantación de ningún chip.

DESINFORMACIÓN
León se excusó aludiendo que buscó una copia del texto de la “America’s Affordable Health Choices” del 2009. Afirmó que había leído el texto (de unas 2.000 páginas) para encontrar la obligación de poner un chip.

En su primera comparecencia, sin embargo, utilizó argumentos que ya se encontraban en blogs en Internet desde hace meses. “Cuando saco el cómputo, el chip va a implantarse de aquí a nueve meses, comenzando el 23 de marzo de 2013, un sábado, que no nos tiene lógica ninguna por qué implantarlo un sábado”. Después León hasta presentó una fotografía del chip, e instó a los puertorriqueños a unirse en un acto de desobediencia civil para oponerse al implante.

Poco después de concluida esta primera conferencia de prensa, se le preguntó específicamente sobre el contenido de las disposiciones citadas, y León, con su tableta electrónica en mano, repasó por más de 10 minutos el texto, pero no halló una referencia directa sobre la implantación del famoso chip. Se refirió a un inciso que hablaba sobre el CHIP, siglas que corresponden al Children’s Health Insurance Program, y otra que ordenaba la creación de un registro electrónico en Estados Unidos para inscribir a los pacientes que utilizan todo tipo de dispositivos médicos. Cuando se le preguntó si estaba seguro de la información que había divulgado, dijo: “Esa es una interpretación mía”.

RECTIFICACIÓN
Minutos después de insistir sobre el requerimiento del chip, el propio León salió nuevamente en rueda de prensa para rectificar. Dijo haber hablado con el Secretario de Salud, quien presuntamente le aclaró que el dispositivo se había contemplado, pero el proyecto de ley aprobado no incluía esa disposición.

“Fue un proyecto que nunca llegó a convertirse en la ley. Buscando en Internet, el proyecto que me sale es ese. Yo entendía que ese era el último”, dijo León.

Pedro Pierluisi precisó en declaraciones escritas que “una antigua versión de la reforma de salud federal incluía una cláusula que buscaba crear un registro nacional de dispositivos médicos para facilitar el análisis de la seguridad y resultados de cada dispositivo que ha sido utilizado en un paciente”.

“Esta cláusula fue diseñada para ayudar a medir los resultados de estos dispositivos para que médicos que estén considerando implantar un dispositivo médico en un paciente puedan verificar si realmente ha funcionado en otros pacientes. De cualquier manera, esta cláusula – la cual no autorizaba o requería que un chip fuese implantado en seres humanos – no fue incluida en el proyecto final que ahora es ley”, afirmó Pierluisi.

ESCASA CREDIBILIDAD
No tardaron tampoco los rivales políticos en sacar ventaja del “patinazo” de León. El senador del Partido Popular Democrático (PPD), Eduardo Bhatia, dijo que era una “gran tragedia” tener una “Asamblea Legislativa donde abunda la ignorancia”.

En opinión de Bhatia, a León le ha faltado “inteligencia” para leer los documentos oficiales. Porque la ley federal, avalada el mes pasado por la Corte Suprema, no habla de “microchips”, sino de CHIP, que como antes se explicó son las siglas del Children’s Health Insurance Program (Programa de Seguro Sanitario para Niños).

Bhatia lamentó que en la Cámara de Representantes puertorriqueña haya “gente que improvisa, que no sabe”, y pidió que hubiese “un filtro en lo que uno piensa, que consulte a alguien, que consulte a alguien que conozca la ley”.

Pero León no fue el único que cayó en el último rumor en cadena propagado en la red y fueron varios los portales y cadenas de televisión que hicieron eco del mensaje original que provocó la confusión. El mensaje difundido: “La ley Obamacare requiere un chip RFID implantado en todos. Este chip tendrá no solo tu información sino que estará ligado a tu cuenta bancaria. La página 1004 de esta ley dice que será de obligatoriedad ‘no más de 36 meses después de su establecimiento’ de modo que tenemos hasta el 23 de marzo de 2013”.

Para Bhatia, este es uno de esos “eventos que frustran al país entero… Esto le afecta a toda la asamblea legislativa… Brutalidades como esta que demuestran tanta ignorancia le quitan toda credibilidad”.

BUSCANDO SEÑALES
Esta cadena de rumorología no presenta un patrón distinto al ocurrido en otras ocasiones (colapso mundial en el 2000, profecías relacionadas con el 11-S, fin del mundo en el 2012, número 666 en códigos de barras…). Lo que antes sucedía a pequeña escala se magnifica y potencia con la ayuda de Internet, donde no sólo abunda la información sino también la desinformación.

Sea por ocultos intereses, sensacionalismo o genuina (que no fundada) preocupación no es difícil que los que difunden esta rumorología busquen el apoyo de profecías, en muchos casos la profecía bíblica, de la que se sacan conclusiones apresuradas olvidando reglas de interpretación básicas. Ante tanta información, bueno es recordar las lecciones de prudencia y sabiduría – y la relación entre ambas – contenidas en la misma Biblia (Proverbios 14).

Fuentes: NotiCel, elnuevodia.com, Protestante Digital

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