Argentina

CALI, 3 de agosto de 2007 (GospelNoticias.Com).- Aunque no se conoce a ciencia cierta las causas del hecho, el pastor de la congregación dijo que pudo haberse producido por exceso de fibra de vidrio en la estructura. El Presidente de Sociedad de Ingenieros cree que hubo mala construcción del mismo.

Una sobrecarga de fibra de vidrio, utilizada para aislar el ruido en el cielo raso de la iglesia cristiana del Nazareno, sería la causante del desplome de esa parte del techo, que el miércoles pasado causó pánico y dejó heridas a catorce personas.

El hecho que puso de nuevo sobre la mesa de discusiones la responsabilidad de Planeación y curadurías en las construcciones de la ciudad, sucedió a las 9:00 a.m., cuando más de 150 personas se encontraban en la iglesia,  en un culto de ayuno y oración que se realiza todos los miércoles en la mañana.

De un momento a otro y cuando las personas oraban, el cielo raso -que es una estructura de icopor, hierro y fibra de vidrio que sólo llevaba un mes de construido-, cayó sorpresivamente sobre las personas que se encontraban en el recinto.

Adalberto Herrera, pastor de la congregación, explicó que, pese a que aún no se han establecido las causas reales del accidente, cree que un exceso de fibra vidrio pudo haber hecho presión y, por consiguiente, hizo colapsar la estructura.

«Estamos analizando los hechos con un grupo de ingenieros. Pero la estructura es sólida y creemos que esto fue lo que causó el desplome. Se puso una capa demás de fibra para no perturbar a los vecinos con el ruido», comentó.

No obstante, el ingeniero Iván Estrada, presidente de la Sociedad de Ingenieros del Valle, analizó la situación y cree que el accidente pudo haberse presentado por varias razones: «Tal vez hubo una mala evaluación en relación a lo que se necesitaba, mala construcción del cielo raso y no se respetó el diseño o no se le dio el uso que se requería».

El ingeniero Estrada descartó que el ruido que producen los equipos de sonido fueran los detonantes del desplome.

En ese sentido, planteó que en la capital del Valle siguen faltando más controles a las edificaciones, vigilancia a las normas y presencia de las curadurías en estos casos.

La misma Dirección de Planeación Municipal debe hacer seguimiento a las licencias que se aprueban para construir en la ciudad, indicó.

El director de Planeación Municipal, Juan Carlos Ponce de León, dijo que estudiará lo ocurrido en la iglesia y dejó claro que todas las reformas menores que se le hagan a una edificación deben tener permiso de las curadurías.

Entre tanto, una de las feligreses, Elizabeth Escandón, afirmó que por estos días había notado el cielo raso débil y dijo que creía que por economizar costos se hizo una obra de mala calidad.

Zozobra y susto. Ruby Sánchez, quien se encontraba en el acto de oración pero salió ilesa, relató que cuando el cielo raso cayó, se vivieron momentos de pánico y llanto. «Entonces, empezamos todos a decir «no lloren, no lloren». Alguna gente pudo meterse debajo de las sillas. Ayudábamos a los otros y empezamos a orar», comentó.

Aldelfa Plaza, otra de las feligreses, prefirió decir que «el poder de Dios se manifestó. Sentimos susto, sí, pero todos seguimos orando».

Al sitio de la emergencia acudieron socorristas de la Cruz Roja, el Cuerpo de Bomberos Voluntarios, la Defensa Civil y otros organismos.

Fuente: alcnoticias.org

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