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Roberto Lebrón, vocero del organismo antinarcóticos, dijo que el Departamento Financiero de la DNCD no tiene el caso en carpeta pero que se van a interesar junto a las instituciones que trabajan en la lucha contra el lavado de activos, a raíz de la publicación.

El coordinador de la Unidad Antilavado de la Procuraduría, doctor Germán Daniel Miranda Villalona, dijo que cuando el delito base es el narcotráfico las informaciones primarias las dispone la DNCD, pero que independientemente de eso formarán parte de las pesquisas.

Dijo que en principio es una tarea de la DNCD pero que si las investigaciones requieren su participación, así lo haría.

El periódico El País publicó en su edición digital ayer un trabajo titulado “Al catolicismo le pisan los talones, en el terreno dónde más fuerza tiene: América Latina”.

En el trabajo periodístico se hace referencia a declaraciones de Mariano Blázquez, secretario ejecutivo de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE), interlocutora ante la administración española.

“Prefiero hablar de actividades delictivas o que puedan afectar a la personalidad. Secta no tiene una connotación jurídica, pero detrás de algunas iglesias hay actividades que pueden ser perseguidas. Eso es lo que hay que denunciar, se trate de una iglesia o de un club de fútbol”, afirmó.

El representante de Ferede se refierió a la Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD), también denominada Pare de Sufrir, investigada en Brasil y República Dominicana por fraude fiscal, malversación de fondos y presunto blanqueo de dinero del narcotráfico, según publicó el periódico El País.

El Nacional trató anoche obtener una reacción de los representantes de esa iglesia en el país, y después de esperar una hora a que culminara el culto denominado “Terapia del amor“, el predicador envió a una asistente que se presentó como María Martínez a decir a los periodistas que debían hablar con el obispo.

Sin embargo, la asistente rehusó ofrecer los nombres tanto del predicador como del obispo. Durante el culto el pastor trató de incitar a los feligreses contra los reporteros que esperaban para entrevistarlo con relación a la publicación del periódico El País.

Y a la salida del templo, los asistentes al acto religioso profirieron insultos a los periodistas y les recomendaban entrevistar al cardenal Nicolás de López Rodríguez.

En tono de burla el oficiante del culto preguntó a los presentes quiénes de ellos eran obligados a dar ofrendas, cuántos habían asistido a la iglesia a sufrir, y decía a los comunicadores: “Escriban eso, graben ese testimonio”.

El trabajo del periódico El País refiere que la IURD está inscrita con otro nombre (Comunidad Cristiana del Espíritu Santo), en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia de España, desde 1993.

Sin embargo, no lo está registrada en Ferede aunque Blázquez recuerda que no es obligatorio.

¿A qué se debe el rechazo de sus pares?, pregunta Blázquez, y responde: “Al mercantilismo, a la perversión del Evangelio. Venden agua del Jordán y cruces bendecidas, todo eso es ajeno a nosotros. Pero fueron ellos los que retiraron la solicitud de ingreso. Claro que por nuestra parte había cierta disposición a una valoración no favorable, pues algunas de sus prácticas son discordantes”.

Y cita como ejemplo el “evangelio de la prosperidad”, que se basa en los donativos voluntarios como prueba de fe. Por esa vía la IURD recauda unos mil millones de dólares al año, según diversas fuentes. No hay más que hacer “clic” en la web de la Comunidad Cristiana del Espíritu Santo para encontrar una invitación a realizar donativos, seguida de un número de cuenta. Y no se trata del diezmo, la aportación del 10% del salario para el mantenimiento de la iglesia, una forma de autofinanciación de las iglesias protestantes.

Según El País, “una experta estadounidense afirma que los latinoamericanos, cuando se hacen pentecostales, dejan de ser psicológicamente pobres, aunque lo sean”, concluye González, profesor de Teología en el Seminario Evangélico Unido de El Escorial (Madrid) y responsable de Estudios y Publicaciones de la Fundación Zubiri.

Fuente: El Nacional.