Argentina

Enfatizando que la vida es don de Dios, el colegio de obispos de la Iglesia Metodista ha declarado en un documento que la legalización del aborto es una aberración, una especie de infanticidio, y que usar células para reproducir la vida aunque sea para salvar otra, es algo que se asemeja a jugar a ser Dios.

El Colegio Episcopal se posicionó contra la investigación con células-madres embrionarias, aprobada a final de mayo por el Supremo Tribunal Federal, ya que desconfía de la ambición humana y puede usar tal pesquisa para fines oscuros.

Ya que la ley está aprobada, los obispos reclaman al gobierno para que vele por la bioética y sus principios de autonomía, beneficencia y justicia.

Los obispos entienden que despenalizar -no considerar crimen- el aborto no ataca el origen de muchas situaciones en que la mujer se ve empujada a practicarlo. Apuntan que el aborto no puede ser resolución para la mujer que no se ve en condiciones de tener una criatura y criarla, sino que esta actitud favorece el status quo de sistemas injustos, que no priorizan la vida digna de las personas.

En caso de violación, el aborto puede ser considerado si la gestante manifiesta ese deseo, y en caso de anencefalia los obispos no consideran que se trate de un aborto, sino de una anticipación terapéutica del parto.

La Iglesia Metodista entiende que los organismos genéticamente modificados, o transgénicos, pueden traer beneficios a la humanidad, pero con todo supone riesgos mayores. Si los transgénicos benefician a la agricultura también traen, a medio y corto plazo, inconvenientes como el fin de las simientes convencionales, los usos cada vez más agresivos de agrotóxicos, y el riesgo de contaminación de suelo y aguas.

Fuente: ALC. Redacción: ACPress.net

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