Argentina

08 de Enero de 2007, 05:31pm ET

WASHINGTON (AP) – El presidente George W. Bush habló el lunes sobre un «compromiso con la democracia» con el presidente saliente de Nicaragua, Enrique Bolaños y el presidente electo Daniel Ortega quien asumirá el cargo el miércoles, informó la Casa Blanca.

Poco después, Bush anunció la asistencia de una poderosa delegación a la ceremonia presidencial en Managua y que estará encabezada por el secretario de Salud, Michael O. Leavitt.

Otros integrantes serán el subsecretario de Estado para asuntos del Hemisferio Occidental, Thomas A. Shannon; el presidente de la Corporación del Reto del Milenio, John D. Danilovich y el embajador en Nicaragua, Paul A. Trivelli.

La delegación es mucho más amplia que la enviada por Bush a la ceremonia inaugural del actual presidente boliviano Evo Morales en enero, que encabezó Shannon; y prácticamente no tiene comparación con la que asistirá el 15 de enero a la asunción como presidente del economista populista Rafael Correa en Quito y que sólo tendrá como emisario de Washington al secretario de Comercio Carlos Gutiérrez.

El portavoz de la Casa Blanca, Gordon Johndroe, dijo que Bush le expresó a Bolaños su agradecimiento «por los servicios a su país, su compromiso con la democracia y amistad con Estados Unidos».

En la charla con Ortega, Bush aprovechó la ocasión para «felicitarlo a él y pueblo nicaragüense por su compromiso con la democracia».

«El presidente le expresó su firme compromiso con el bienestar del pueblo nicaragüense y nuestro continuo interés en una relación con Nicaragua», dijo Johndroe.

Indicó que Bush le hizo notar a Ortega las «áreas de cooperación» en el tratado de libre comercio con Centroamérica y República Dominicana (CAFTA-RD) y la Cuenta del Reto del Milenio (CRM), en el cual Nicaragua tenía un programa de unos 600 millones de dólares en donaciones y que está siendo manejado por Danilovich.

«El presidente también notó que la reconciliación, unidad, democracia y creación de empleos _la agenda de Daniel Ortega en la campaña electoral_ son áreas de posible cooperación», agregó Johndroe.

Bolaños fue un firme promotor del CAFTA aprobado por el Congreso estadounidense en 2005, pero también ha estado en Washington para hablar sobre los obstáculos a su gobierno que Ortega le estaba poniendo desde el Congreso con una serie de reformas que daban al líder sandinista el control de las principales instituciones del país.

Las reformas fueron pospuestas hasta febrero de este año por una misión de la Organización de los Estados Americanos y Bolaños pudo culminar su gobierno sin mayores tropiezos.

Gutiérrez fue justamente uno de los críticos más severos del retorno de Ortega al poder, entre los miembros del gabinete de Bush. En octubre, durante la campaña electoral, Gutiérrez dijo que temía en Ortega el retorno al gobierno de Managua de «fuerzas antidemocráticas».

Pero, luego de la victoria de Ortega, Gutiérrez cambió su retórica y dijo que Estados Unidos estaba dispuesto a trabajar con el nuevo presidente para el fortalecimiento del libre comercio y prosperidad nicaragüense.

Ortega fue un opositor abierto de Estados Unidos en la década de los 80 en que gobernó Nicaragua. Eran tiempos de la Guerra Fría y Estados Unidos apoyó a los llamados Contras para combatirlo en una operación que casi cuesta la presidencia a Ronald Reagan con el escándalo Irán-Contras.

En Managua, la oficina de Bolaños dijo que éste le agradeció a Bush por la ayuda recibida durante su gobierno, incluida la donación de 175 millones de dólares que le llegó de la CRM.

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