Argentina

Pastores  y líderes evangélicos reaccionaron críticamente contra el  gobierno que declaró patrona de Nicaragua a la virgen de la Concepción de María y contra los diputados que sesionaron en León, por el 150 aniversario de las celebraciones de la Gritería en honor a la misma virgen.

La ciudad de León, distante a 90 kilómetros de la capital, cumplió este mes 150 años de celebrar la Gritería o Purísima, celebración que se remonta a los padres franciscanos.

La primera dama, Rosario Murillo, Secretaria de Comunicación y ahora coordinadora de los controversiales Consejos de  Poder Ciudadano, CPC, sorprendió a los evangélicos al anunciar que la virgen María es la patrona de Nicaragua, y hasta aseguró que el presidente Ortega instruyó a las dependencias  del gobierno  a celebrar la Purísima, no solo con los trabajadores de las instituciones. «Hoy vamos a celebrar la Purísima abierta al pueblo, en cada institución  y en las delegaciones de gobiernos departamentales» dijo Murillo.

Esto provocó que líderes y teólogos evangélicos, como Ernesto Cuadra, Omar Duarte, Gilberto Aguirre y el pastor José Luis Rodríguez demandaron al gobierno ajustarse a lo que manda el artículo 14 de la Constitución que dice que el Estado no tiene religión.

El profesor Gilberto Aguirre, líder bautista, dijo que los poderes del Estado no son confesionales y esto que están haciendo es una vergüenza porque están volviendo a una época ya superada. «Es muy triste ver que el gobierno  y el parlamento hagan una celebración religiosa, esto nos traslada a una época superada por la Reforma  protestante, y en Nicaragua por la revolución liberal del Gral. Santos Zelaya en 1893», afirmó.

Cuadra dijo que el mejor consejo que se le debe dar al gobierno es que vuelva a tiempos de la iglesia primitiva; en tanto el pastor Duarte recordó que cada cual es libre para escoger quien es su patrón espiritual; «en este caso María puede ser patrona de los  católicos, pero no de todos los  nicaragüenses son católicos», dijo.  Recordó que el 34 por ciento de la población del país es evangélica.

José Luis  Rodríguez, pastor de la iglesia apostólica, expresó que las acciones de la Asamblea Legislativa y del gobierno violentan los principios constitucionales al promover o apoyar fiestas religiosas en un un Estado laico.

La teóloga católica Maria López Vigil analizó el hecho de que la celebración de la Purísima es una  tradición cultural nicaragüense, pero dijo que eso no justifica que el gobierno irrespete a la población que  no es católica. La teóloga, que además es escritora  de cuentos para niños, consideró que el gobierno quiere legitimarse en lo religioso, quiere mostrarse generoso y devocional.

Es además otra dimensión clientelista, «te doy y tú me agradeces». Este gobierno  no tiene conciencia  laica, el gobierno debe ser menos confesional aunque le convenga  más quedar bien con la jerarquía católica ya que los pastores solo mandan en sus  barrios, observó Vigil. En la sesión solemne de la asamblea del 4 de diciembre, el cura párroco de la Iglesia San Felipe, Silvio Selva, pidió a los parlamentarios declarar a ese templo patrimonio nacional y destinar fondos para restaurar la torre que fue destruida por un terremoto en 1926.

En tanto, el presidente Ortega en un acto publico en esta capital, llamó a los católicos a respetar los cultos de los evangélicos y a estos que respeten la celebración de la Gritería. Dijo que la mayoría de los nicaragüenses son católicos y por eso es válido celebrar el natalicio de Jesús y a la Virgen Maria, madre de Cristo. Agregó que los evangélicos, que no creen en la Virgen, «a la hora de la Gritería se contagian de tanta alegría y muchos terminan participando».

Trinidad Vásquez, MANAGUA, Nicaragua

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