Argentina

Sólo en julio fueron autorizadas 40 nuevas iglesias, la mayoría pentecostales. Más del 10% de la población es evangélica.

El último Boletín Oficial de Argentina consigna que en el mes de julio quedaron formalmente inscriptos en el Registro de Cultos del Ministerio de Relaciones Exteriores 40 nuevos lugares de cultos cristianos -sobre todo de cuño pentecostal y, en menor medida, bautista-. O sea, un promedio de más de uno por día.


Estas cifras del crecimiento de los evangélicos en el país han sido reproducidas en los principales medios de comunicación a nivel nacional. No es para menos. El sostenido crecimiento de las inscripciones de las comunidades evangélicas –entre 2007 y 2011 lo hicieron unas 800–, las convierte sin duda alguna en las más numerosas del Registro: cerca del 90 % de un total de más de 4.500 (en 2006 era 3.600).

Un estudio que realizaron en todo el país por el CONICET y cuatro universidades nacionales mostró en 2008 que el 9 % de la población era evangélica (7,9 % de ellos pentecostales), más un 1,9% Testigo de Jehová y un 0, 9 % mormón.

Cabria deducir que con casi total seguridad cuatro años después ese porcentaje creció, pudiendo afirmarse que hoy en día más del 10% de la población argentina es evangélica.

Mientras que seguramente bajó el porcentaje de los católicos, que en aquel sondeo arrojaba el 76,5 % de la población, pero los practicantes rondaban apenas el 20 %.

LAS INSCRIPCIONES
Si bien el Registro no consigna las bajas, también es cierto que no todos se inscriben . “Las inscripciones revelan el gran crecimiento de la Iglesia evangélica por el modo en que presentamos a Jesucristo”, dice Rubén Proietti, presidente de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (ACIERA). .

Proietti admite que muchos nuevos grupos evangélicos que se inscriben son producto de un desprendimiento de comunidades ya existentes. Pero dice que ello también puede conllevar tener más fieles. “Una división, que nunca es agradable, puede estar expresando un deseo de expansión”, señala. Y, pese a la extendida creencia, destaca que los evangélicos no son proselitistas. “No buscamos sacarle fieles a otros cultos”, asegura.

En cambio, Proietti acepta que puede haber grupos que se llaman evangélicos y que son poco serios . “En nuestra entidad no aceptamos a cualquier grupo que se declara evangélico y no tiene una adecuada formación y conformación, ni a personas que se autoproclaman pastores, sino que tenemos una serie de exigencias”, subraya. De hecho, considera que parte del crecimiento evangélico se debe a que la gente “comprueba que en sus comunidades no se la engaña”.

LOS CATÓLICOS REFLEXIONAN
Desde la Iglesia Católica, el crecimiento evangélico –que se considera un fenómeno muy diverso– es tomado como un desafío que exige un mayor esmero.

El secretario de la comisión de Ecumenismo del Episcopado, Pedro Torres, opina que “este nuevo pluralismo religioso es un desafío tanto para el diálogo ecuménico, que procura la unidad, cuanto para el análisis o autocrítica al interior de las iglesias históricas en relación a un estilo de vida evangélico más fiel a la verdad y a la caridad, más sencillo, austero y solidario. Necesitamos -dice- recuperar en nuestras comunidades el sentido del compromiso bautismal”.

Fuentes: Clarín, Protestante Digital

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